Oscar Ledesma

Artist & Gallerist & Curator

La felicidad

Le tengo desconfianza a la gente que demuestra su felicidad constantemente, esa gente que todo el tiempo silba melodías, o que sonríe tontamente. Mucha gente dice que soy un amargado, que no me gusta disfrutar. A veces tiene razón, a veces me descubro pensando como „yo le voy a enseñar a esa persona que el mundo es una mierda y que uno no puede estar constantemente feliz“ .

Me sale mi personalidad de maestro, de gurú, de persona que todo lo sabe, del que aquí les voy a enseñar la neta del planeta, el poseedor de la verdad y como tal, sé que uno no puede estar feliz todo el tiempo. Por eso entiendo que dios no puede sonreír nunca, así como están las cosas en el mundo, dios nunca podría ser feliz, tal vez tener momentos de felicidad, pero lo que se dice de estar siempre feliz, pues lo veo dificil.

pero que pasa con esos momento de felicidad absoluta, esos hasta lo los he sentido, talvez algunas pocas veces al año. Dos tiene que ver casí con la misma gente.

La primera fué hace dos años en una de las fiestas de la Lukaskirche en Essen, era la segunda exposición así que en esa ocasión se mostraban un grupo de fotos mías, las tres gracias que dibujó Bianca y a las que yo les clave manzanas con clavos en las manos y una foto mural del „zoológico de las ideas“ una instalación que habíamos hecho para la exposición a40-Nachtisch. Un grupo de artista teníamos a nuestra disposición una iglesia enterita para hacer con ella todo lo que quisiéramos, el ambiente era fantástico, lleno de arte, creatividad y energía. La nave principal de la iglesia, estaba llena de graffitis de arriba hasta abajo, habíamos montado páneles para que se pudieran exponer más cosas, en algunas pequeñas salas proyecciones de cine, teatro y música. Y religiosamente todos los viernes había fiesta.

Uno de los veranos más extraordinarios de mi vida. Salí de una de esas fiestas, feliz de vivir. Eso. Exactamente esa es la description de ese sentimiento de felicidad absoluta: Feliz de vivir, casi capaz de conquistar el mundo. Bueno, pues con ese sentimiento de felicidad absoluta regrese a casa en mi bicicleta, sentía el fresco aire en la cara, y supongo que traía puesta una sonrisa de idiota en la cara.

Dos años después, la lukas kirche, ya no existe mas, pero el grupo de artistas sigue activo. Y ahora bianca y yo fundamos una galería de arte: Clowns & Pferde. El sábado pasado, como parte del proyecto de gentirificación que estamos haciendo, hicimos en la galería el día de 100 euros, es decir, que todas las cosas en la galería costaban 100 euros, (antes ya habíamos hecho el día de 1 euro, el de 10 euros y próximamente haremos el día de 1000 euros). Ese día también el Freiraum (el grupo de artistas que hace dos años tenía la iglesia a su disposición organizó una Tanzdemo (manifestación de baile) por la crítica. Así que fue un día maravilloso, meteorológicamente hablando, hacia calor, brillaba el sol.

Como era de esperarse, nadie entraba a nuestra galería, el anuncio de que adentro las cosas costaba 100 euros había espantado a la gente y nadie entraba (al contrario del día de un euros, ese día, la galería estuvo llena!) Así que cuando llego Michael, nos sentamos en la calle, y tomábamos weinschorle, vino blanco mezclado con agua mineral, tomábamos el sol y platicábamos.

como a las ocho de la noche nos caminamos los cien metros que nos separaban de donde estaba la manifestación, y estuvimos bailando hasta al anochecer en medio de la plaza y de todos nuestros amigos artistas. Después nos reunimos en la galería para ahorrar fuerzas y encaminarnos las fiesta (ilegal) se se llevaría acabo en un lugar secreto. Conspiracion.

Y estuvimos bailando hasta las cuatro de la mañana. Sin que la policía nos molestara, algo muy raro aquí en alemania. De regreso a casa, de nuevo en bicicleta, de nuevo con esas sonrisa idiota en la cara, con ese sentimiento de felicidad absoluta, de estar feliz por estar vivo.

Pero así como yo soy de esas personas amargadas que no soportan la felicidad de otras personas, tampoco llevo muy bien la mía propia, y me imagino a un personaje mucho peor que yo: dios. Si, creo que dios es el ser más a amargado que existe, alguién que lo ve todo, lo sabe todo y esta en todas partes no puede ser feliz, ni siquiera tener un poco de entendimiento para con la gente que experimente momentos de felicidad. Así que me imagino a dios, pensando, „ya le enseñare a este que el mundo es un mundo de mierda, y que uno no puede estar constantemente feliz“. Es por esos que mi felicidad la guardo para mí.

Mi felicidad es mi mayor tesoro, lo guardo muy adentró, me llena de calor y me da energía, pero no es algo que enseñe, no es un bien público, vamos, ni siquiera me gusta presumirla. No voy por ahí silbando de felicidad, como muchas otras personas hacen.

Ya sé que me voy a ver muy pop y muy hollywood, pero uno nunca debe confiarse, y por más feliz que uno sea siempre tiene uno que andar con cuidado, no vaya a ser que nos pase lo que a meg ryan en city of angels. Y me preocupa más puesto que últimamente mi momentos de felicidad absolutas terminan igual de regreso a casa en bicicleta, siempre con casco. Casi siempre.