Un libro muy, pero muy bonito!

Yo estudíe casi 15 años matemáticas, de hecho por eso viene a Alemania, a estudiar mi doctorado en matemáticas. Por cuestiones que no vienen al caso, dejé las mates y me dedique al arte. Pero no por eso mi amor por las matemáticas ha disminuído.

La lectura de ese libro desperto en mí ese viejo amor, como decimos en México: Donde hubo fuego cenizas quedan, o como dicen aqui Alte liebe rostet nicht. El libro me lo recomento un amigo matemático, que tiene una historia personal un poco triste, es desempleado desde hace algunos años a pesar der tener la habilitación en matematicas por Cambridge! (la habilitación es un grado mayor que el de Ph. D.), Increíble, pero cierto. El pobre no entiende por que teniendo ese título y algunos artículos publicados no logra obtener alguna plaza en alguna universidad. (si… por desgracia en las matemáticas tambien hay mafias). Es muy triste platicar con Oliver, yo renuncié por desición propia a las matemáticas, a él las circusntancias lo obligaron.

Así que cuando los dos nos sentamos a platicar en la galeria, regresamos a nuestro amor compartido. Mi novia dice que siempre es muy triste vernos platicar, pues se nota que los dos suspiramos a cada rato.

Cuando leo libros de Divulgación de las matemáticas siempre me pregunto lo mismo: Alguien entenderá el libro aunque no haya estudiado matemáticas (o en este caso tambien física)? que tanto de ese libro entiende una persona que no viene de ese medio? Comprenderá lo hermoso que son ellas?

A veces creo que esos libros son para convercer a los que ya estamos convencidos y tal véz a algunas jóvenes mentes que aceptan el reto.

Cuando yo era muy joven y todavia no estudiaba matématicas, leía muchos de esos libros: Martin Gardner, Asimov, Carl Sagan, etc. Recuerdo que no entendía gran cosa, pero siempre quedaba el gusanito, el querer llegar algún día a entender esos maravillosas ideas, de que por que no, algún día tal véz tambien mi nombre apareciera en algún libro. En fin, despues de muchos años llegué a entender algunas ideas, tal véz el 0.0000000001 % de lo que sabemos de matemáticas, y me quedó muy claro que mi nombre nunca iba a figurar en los libros de historia. Me dí cuenta de ello y abandoné las mates, Oliver se esta dando cuenta de ello ahora. Es triste pero así es. Sin embargo, el primer amor nunca se olvida.