Oscar Ledesma

Artist & Gallerist & Curator

El vicio

Hace no mucho leí La Divina Comedia de Dante, me concentré tanto en la lectura o me cerebro estan influenciable que en mis sueños hablaba en sonetos. Según yo hasta pensaba en alexandrinos. Recuerdo que salía a caminar con Dante y le hablaba del mundo moderno y sus demonios, o si era un sueño anodino, de cualquier forma y contestaba con rimas bien calculadas. Desgraciadamente mi fácilidad para rimar desapareciá al despertar.

Solamente me ha pasado con muy pocos libros, en los que mis sueños se ven tan influenciados por mis lecturas. Otro de ellos fué Don Quijote, lectura que dosifiqué de la siguiente manera: religiosamente antes de dormir leía uno o dos capítulos. Lo leí en casi tres meses, me enamoré del caballero de la triste figura y sufrí con el todos sus desagravios. Y soñaba con él. Despues de leer, me quedaba dormido, y era como porolongar la lectura, sumergirse en otra realidad. La ventaja de soñar es que uno siente, huele, camina bajo otras lógicas y leyes.

Esas dos lecuras fueron largas he intensas. Así fueron planeadas y así fueron ejecutadas.

Otras sin embargo se inmuscuyen en mis sueños por que son brutales y expéditas. Por ejemplo, en una ocación leí Cien años de soledad en un día. En la noche platique con Remedios la hermosa mientras caminabamos por Macondo.

Como preparación a un viaje a Cuba, leí en un periódo muy corto de tiempo muchos libros de autores cubanos. Recuerdo que igual de rapidísimo devoré Tres Tristes Tigres, despues una o dos noches seguidas me descolgé a la habana rumbera, relajienta y despampanante que desgraciadamente no conocí.

Algunas personas (mi madre una de ellas) dicen que los libros son mi vicio y que me voy a volver loco de tanto leer. La verdad que no leo tanto como quisiera y la verdad es que no estan tan equivocados. Algunas manías que tengo, es por ejemplo comprar una y otra vez los mismos libros o releerlos o desde que viajo por el mundo, si encuentro los libros que más me han gustado en algún puesto de segunda mano, los rescato de su brutal destino y los llevo a mi librero en donde descansarán algunos años.

Si. Leer es un vicio. Como describí arriba, hay shots de corta y larga duración. Depende de la dosis. No es lo mismo leer Solaris de Lem en alemán en la editorial suhrkamp ( libro es pequeño, las hojas grises y viejas y la tipografia normal) a leerlo en español de editorial Impedimenta (tipografia redonda y grande, la textura del papél es casi erotizante y el diseño de la cubierta es genial). Lo leería en polaco, lo tengo en una edición moderna juntos a mis libros en polaco de Richard Kapuscinski.

Si. Leer es un vicio. Recuerdo que como a los trece me enfermé y tuve que pasarme una semana en cama, leí, creo como unos diez libros de Arthur C. Clark y las antologias de Asimov. Supongo que ya desde entonces mi cerebro no funciona del todo bien.

Si. Leer es un vicio. Me paso con Ballard, con Bolaño, con Kundera, con Carrerè y con Natsume Soseki. Los descubrí, por recomendaciones o por que de plano la portada del libro era muy llamativa, leí un primer libro, asombrado. Luego, a la siguiente oportunidad, compré cuatro o más libros del autor descubierto. Es como descrubrir una nueva mezcla o cocktail y ¡pas! abusar de él.

Si. Leer es un vicio. Y si, la culpa es de mis padres. Ellos me leían de pequeño, luego yo les leía. Me traían libros de la biblioteca (éramos muy pobres para comprarlos), mi consumo era tan bárbaro que usabamos las credenciales de socios de mi mamá, mi papá y la infantil mía. Afortunadamente nunca ha sido el único, el basketball, el arte, el taekwondo han sido otros. Culpa también de mis padres. Supongo que en algún momento iniciaré a mi hijo.

Si. Leer es un vicio. ¡y qué! ¡y qué! ¡y qué! no voy a dejarlo.

 

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