Oscar Ledesma

Artist & Gallerist & Curator

Tin Tan, Peter Sellers y Emiliano

Son dos formas distintas de hacer humor, dos aproximaciones divergentes a la vis comica, por un lado el relajo fresco y antiautoritario de Tin Tan, por otro la verborrea de Cantinflas. Es tan fuerte la dicotomía que me atrevería a proponer una tesis: No existe persona alguna a la que le gusten los dos por igual. Es el Yin/Yan del humor mexicano.

Ahora que fuí a México, encontré una revista SOMOS viejísima sobre Tin Tan, yo me declaro abiertamente un seguidor de él. Lo considero el más grande de los cómicos mexicanos. Reír es muy sano, y si para hacer deporte no encuentro tiempo, al menos sí para carcajearme un rato. Un Programa de la Tremenda corte o una canción de Les Luthiers o una película de mi bienamado Tin Tan son tan saludables como correr 5 km.

Solo que hay un problema, si vives con una persona que no habla español, por más que uno intente traducir los intraducibles juegos de palabras, simpre termina uno riendose como loco y el otro pensando en silencio llamar al loquero. No más no se puede.

La media solución que encontré fué intentar con películas de Peter Sellers, para mí uno de los más grandas comediantes del cine. Pero se topa uno con otro problema, por ejemplo: la primer pantera rosa es de 1963, ¡si, hace casi 60 años! el humor en aquella época es otro, el ritmo de las películas era otro. Todo en arte de hacer cine era diferente. Uno se topa entonces con otras dificultades.

Esa es tambien una diferecia entre ver una película en el Cine o en la casa, fuera de la obvias. En el acto de entrar al cine uno da por (casi siempre) hecho, que la realidad se queda afuera y que adentro se cumplen otras leyes universales, la realidad del filme en questión. Es por eso que podemos ver una y otra vez como es destruída ya sea por extraterrestres, dinosaurios, robots gigantes, diluvios torrenciales o otras catástrofes cinematográficas la ciudad de nueva york, a lo aceptamos sin complicaciones.

Es dificil sumergirte de esas manera en una realidad alternativa, si estas en casa, si cada treinte minutos le das pausa al filme para que alguíen pueda ir al baño o que al mismo tiempo se este preparando la comida del día o que impunemente alguien este viendo su celular contestando whats apps.

Ahora, no solamente hay que aceptar la realidad de una película, sino además hay que hacer un viaje en el tiempo. Es decir, no podemos ver Los diez mandamientos o Sansón y Dalila con nuestros ojos modernos. Hay que ponernos en la piel de los que vieron esas cintas en el estreno. Hay que ver esas películas como si fueramos sus contemporáneos. Así es como el Inspector Jacques Clouseau se vuelve divertido, si no, es solamente humor que ya ha sido rebasado.

No sé cuando Emiliano, que apenas tiene 4 meses de edad, podrá entender el valor del cines como arte. Posiblemente cuando él sea adolecente y salga con su novia al cine, pero que digo, ¡seguramente en quince años ya no existen cines! Posiblemente cuando él sea adolecente y vea con su novia películas por internet, directamente en sus lentes holográficas, tal vez ni siquiera esten en la misma habitación, tal vez cada quien este en su casa y hace streaming al mismo tiempo y se trastadan digitalmente a algún espacio virtual en donde sus avatáres se cojan de las manos y se den besitos 2.0.  Posiblemente en ese momento él este pensando más en otras cosas que en la historia del cine, seguramente su mente y su cuerpo tiene otras intenciones. Pero eso no es lo que queria decir, quiero decir, que voy a tener una vez más la oportinidad de ver, de recorrer la historia del cine, con lo que yo creo es la mejor manera de verlo, sin contextualizaciones, solamente verlo, como si fuera la primera vez que vez algo, y eso, de momento hace Emiliano. Para él todo es nuevo. En esta inninterrumpidamente en un estreno.

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